domingo, 22 de junio de 2014

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CRHISTI 2014

VIGILIA DE ORACIÓN
Ayer por la tarde, vino el P. Ángel Nicolás Soler O. F. M.  para clausurar el curso de formación con la Orden Franciscana Seglar de Villarrobledo. 

Se hizo de la mejor manera: con una Hora Santa Ante el Santísimo Sacramento en nuestra iglesia, a la que asistió también la Comunidad.

Nos introdujo a todos en la oración del Padrenuestro, mediante una paráfrasis del mismo preparada por él y que publicó en el mes de marzo en su blog: http://www.parroquiasanfranciscoab.org
Resaltamos algunas ideas.
VENGA A NOSOTROS TU REINO
Es cierto que necesitamos ese Reino tuyo en el reino nuestro, pero no es menos cierto que de muchas maneras y a través de muchas personas has venido a nosotros y no te hemos recibido. No has sido tú el que te has aislado de nuestro mundo, hemos sido nosotros o este mundo “carroñero” el que sin darse cuenta de todo lo bueno que tiene no ha sabido congeniar lo humano de su tierra con lo divino de la tuya.
Has hecho de los hombres, marcados con su humanidad, mensajeros de tu Reino. Nos han hablado de paz, de amor, de entrega y generosidad, de justicia, de respeto y servicio. Han sido luceros de Luz y han sabido mover a la conversión y llegar a mudar el corazón, para que lo negro se hiciera claro y lo oscuro reflejo de nitidez y lo que no tiene sentido se iluminara para ver en el trasfondo de las cosas la verdad de las mismas.

Has enviado a tu Hijo con una palabra más fuerte y con unos gestos que nos hablaban de ti, y los hombres no han querido verlos. Has sacrificado incluso a tu Hijo, y los hombres, con dureza de corazón, no ceden ante el arrepentimiento.


 Haz que seamos consecuentes con lo que pedimos y que sepamos esforzarnos por aquello que tú sabes que necesitamos. Haz que deseemos vivir en el paraíso que perdimos y no nos empeñemos en querer vivir en el mundo que nos fabricamos.
Tenemos dos capacidades fuertes con las que nos has creado: la libertad y la decisión. La una nos ayuda a ser fuertes en lo que somos, la otra nos hace responsables de lo que hacemos.

HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO
Dice la canción: “Yo quiero ser barro en manos del alfarero”, ¡y cuánto cuesta cocerse, Padre mío! ¡Cuánto cuesta!
En este mundo de esclavitudes no todos los hombres te cantan, no todos quieren alabarte, admirarte; no todos son puros y siervos perfectos. No todos, Padre, son buenos testigos. Y, perdóname si te digo y, aunque en tu corazón te duela, no todos son buenos hijos. .

¡Ay, si dejaras caer como lluvia temprana los deleites de esa voluntad santa! ¡Ay, si los hombre en un ataque de volvernos locos todos siguiéramos tus pasos! ¡Cuántos sentimientos tuyos se harían nuestros, cuántas torpezas que nos abruman pasarían a ser objeto de tu consuelo! No permitas que un solo instante pueda pensar que estás ausente.

Estoy convencido de que a todos los hombres les has dado la fuerza suficiente para hacer realidad lo que tú les tenías destinado.

Déjame cerrar los ojos sin dejar de mirar al cielo, no para olvidarme de los que aquí parecen estar muertos, sino para tener la confianza cierta de que vivo con los que ya viven en el cielo.







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