miércoles, 14 de mayo de 2014

EUCARISTÍA DEL DÍA 11 DE MAYO

CONMEMORATIVA DE LOS 400 AÑOS DE FUNDACIÓN

Es difícil plasmar en el papel, por medio de las palabras, los sentimientos cuando son intensos.
La experiencia que ha vivido esta Comunidad el día 11 de Mayo en comunión con el Obispo, los Sacerdotes, las hermanas de otros Monasterios, los bienhechores y amigos, tanto de Villarrobledo como de fuera, ha sido de inmenso gozo y de gratitud hacia Dios. Un acontecimiento inolvidable.
En la monición de entrada se hacía alusión a la festividad litúrgica del Domingo del Buen Pastor, Jornada Mundial de oración por las vocaciones; al evento de los 400 años de Fundación y a las obras finalizadas de nuestro tejado, haciendo mención de los bienhechores.


Presidió la Eucaristía Mons. Ciriaco Benavente Mateos, Obispo de nuestra Diócesis. Concelebraron: el Vicario de la Zona de la Mancha, D. Santiago Bermejo, el Vicario de la Vida Consagrada, D. Manuel de Diego Martín, el Padre Asistente de nuestra Federación, P. Francisco Oliver Domingo (O. F. M.), el Párroco de San Francisco de Albacete, P. Ángel Nicolás (O. F. M.), el Secretario del Nuncio de Su Santidad, D. Francisco Tomás Tomás, D. Juan Miguel Romero, de la Parroquia de Santa María (Villarrobledo), D. José Vicente Monteagudo, Párroco insolidum de La Asunción de Nuestra Señora de Yeste, D. José María Lapeña, párroco de Sisante y capellán de las hermanas clarisas, D. Juan José Espinosa, capellán de las clarisas de Madridejos, Maestro de Ceremonias, D. Juan Julián Castillo y Zafra, Vicario Parroquial de S. Blas y Capellán del Convento. Un total de diez sacerdotes acompañaron al Obispo en el altar.

Participó el coro parroquial de san Blas y las veinticinco hermanas clarisas venidas de Hellín, de donde es la Madre Presidenta, de la Santa Faz, Orihuela, Cieza, Sisante y Madridejos. También contamos con la presencia de las Carmelitas de Villarrobledo y la Madre superiora de la Residencia de Nuestra Señora de la Caridad. Además del órgano hubo una flauta traversera y tres violines. Como directora de coro Yolanda Salamanca Fernández, natural de Socuéllamos.
 En la homilía el Señor Obispo trató varios temas: Explicó la imagen de Cristo, Buen Pastor y Puerta del redil.  Expuso la idea la vocación en general y de la específicamente religiosa como un tesoro de la Iglesia. Pidió a los asistentes oraciones por la Comunidad, dijo “No podemos saber cuántos beneficios hemos recibido por la oración de estas hermanas que han consumido su vida en el horno de la caridad y de la alabanza divina”.
En el ofertorio, encabeza la procesión la reliquia de Santa Clara, portada por la Madre Luisa María, del Monasterio de Hellín, Presidenta de la Federación de Cartagena Murcia a la que pertenece nuestro Monasterio. Va acompañada por cuatro velas, que representan los cuatro siglos de oración vividos por tantas hermanas que nos precedieron en esta santa Casa.


La Madre Abadesa y una hermana de esta Comunidad presentan el Pan y Vino, que se transformarán en el Cuerpo y Sangre del Señor.

Una novicia, presenta las flores que adornan y perfuman la Casa de Dios. Como hacen las hijas de Santa Clara con su entrega silenciosa, embellecer el rostro de la Santa Madre Iglesia. 
 La reliquia de Santa Clara junto a las cuatro velas al pie del altar.

Antes de recibir la bendición del Obispo, el secretario del Nuncio, D. Francisco Tomás, leyó la bendición del Papa para nuestra Comunidad con motivo de su cuarto centenario, haciéndola extensiva a familiares, bienhechores y amigos. 

Después la Madre dio las gracias a todos los asistentes y a los bienhechores que nos han ayudado con la obra del tejado. Terminó, Fernando Moreno, de la empresa Pajarita IV, que ha llevado a cabo la obra del tejado, dirigiendo unas palabras a todos.


Una vez finalizada la Eucaristía el Obispo y el Alcalde de Villarrobledo descubrieron una placa conmemorativa del Centenario en la puerta del Convento.


 La Madre Abadesa, Sor Marta Lidia, dirigió unas palabras a todos los presentes. El Alcalde felicitó a las hermanas por su “cumpleaños”, agradeciendo en nombre del pueblo su dedicación; también el Obispo hizo mención de las hermanas que nos han precedido en esta Comunidad con gran fama de santidad, animándonos a seguir sus ejemplos.

Se preparó un refresco y un aperitivo en la calle del Pedregal para todos los asistentes. El Obispo, los sacerdotes, el Alcalde, y las hermanas venidas de otros Monasterios cenaron en el refectorio dentro de la clausura con las hermanas.



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