jueves, 19 de enero de 2012

TESTIMONIOS


Hoy domingo, día 13 de Noviembre de 2011 viene al locutorio una visita: Concha Filoso Ortiz, una hija del pueblo de Villarrobledo residente en Madrid. Nos cuenta de la Virgen de la Teja, lo que ha oído a su madre y a su abuela. Ratifica el testimonio habiéndole preguntado a una tía suya de 85 años: María Ortiz Portillo.

Nos dice Concha que su madre, Paz Ortiz Portillo, y su abuela (Concha Portillo Acacio) que hoy tendría 125 años, ya conocieron a la Virgen de la Teja y que lo oyeron hablar a su tatarabuela Paz Acacio Moreno (que como nota anecdótica se confesaba con San Antonio Mª Claret).

Todas las mencionadas, por ser vecinas del convento y haber venido a nuestro colegio, vieron la Virgen de la Teja sólo con una difusa silueta.

lunes, 16 de enero de 2012

LA ITINERANCIA EN LOS ESCRITOS DE CLARA DE ASÍS

 Siguiendo las huellas de la Virgen, principalmente la pobreza y la humildad, puedes llevarlo espiritualmente en tu seno” (III Carta)
De la Cuarta Carta a Santa Inés de Bohemia:
“Clara, indigna sierva de Cristo, le desea salud y que con las otras santísimas vírgenes cante el cántico nuevo ante el trono de Dios y SIGA al Cordero donde quiera que vaya”
“Por eso el mismo Espejo se dirigía a los transeúntes para que se pararan a meditar: “Oh, vosotros todos, que pasáis por el CAMINO, mirad y ved se hay dolor semejante a mi dolor.”
“Suspirando de amor y forzada por la violencia del anhelo de tu corazón exclama en alta voz: “Atráeme, CORREREMOS, a tu zaga oh Esposo Celestial. CORRERÉ y no desfalleceré”.
A Ermentrudis de Brujas:
“Levantad muchas veces los ojos al cielo que os invita a tomar la cruz y SEGUIR a Jesucristo. Por muchas tribulaciones se entra en el Reino de Dios.”
“Ningún temor OS DETENGA, hija queridísima”.
“Las hermanas no se apropien nada para sí, y cual PEREGRINAS Y FORASTERAS en este siglo, sirvan al Señor en pobreza y humildad” (Regla. Cap. VIII)
Del Testamento de Clara
“El Hijo de Dios se ha hecho para nosotras CAMINO, y nuestro bienaventurado Padre Francisco, verdadero enamorado e imitador suyo, nos lo ha mostrado y enseñado de palabra y con el ejemplo.”
“Nuestro beatísimo padre Francisco, imitando SUS HUELLAS, eligió para sí y sus hermanos la santa pobreza, y en modo alguno se desvió de ella mientras vivió.”
“Amonesto y exhorto en el Señor Jesucristo a todas mis hermanas, presentes y futuras, que se esfuercen siempre en imitar EL CAMINO de la santa sencillez, humildad y pobreza.”
“Si hemos entrado por LA VÍA DEL SEÑOR, cuidémonos de no apartarnos jamás de ella por nuestra culpa, negligencia e ignorancia, para no inferir injuria a tan gran Señor, a su Madre la Virgen, a nuestro bienaventurado padre Francisco, a la Iglesia triunfante y militante. Pues está escrito: “malditos los que SE APARTAN de tus mandamientos.”
“Vete segura, alma mía, pues llevas buena escolta para el CAMINO” (Clara habla así a su alma cuando ve cercana la muerte)

domingo, 15 de enero de 2012

CLARA DE ASÍS. UNA VIDA TOMA FORMA

Se trata de un libro novedoso porque ha sido elaborado por una comisión de hermanas clarisas, que bien preparadas, viven con ilusión la vocación de la que consideran Madre suya. El libro relata muy bien el encuentro de Clara con Francisco. La presión a la que se vieron sometidas Clara y sus hermanas por la Curia ante una forma de vida novedosa en la Iglesia. Fruto del tesón de Clara y su amor a la Iglesia nació su Regla que le fue aprobada por Bula papal, días antes de su muerte.     Es una obra extensa, precisa y convincente, fruto de un trabajo minucioso y paciente. Sus propias hijas, conducen al lector en un recorrido histórico riguroso y apasionante.

domingo, 8 de enero de 2012

FIDELIDAD DE CLARA


Cómo resistió, con firme perseverancia,
el asalto de los parientes

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. Apenas vuela a sus familiares la noticia, éstos, con el corazón desgarrado, reprueban la acción y los proyectos de la virgen y, agrupados en tropel, corren al lugar intentando lo que finalmente no pueden conseguir. Emplean el ímpetu de la violencia, el veneno de los consejos, el halago de las promesas, queriendo persuadirla a que abandone tal vileza, indigna de su linaje y sin precedentes en toda la comarca. Pero ella, agarrándose a los manteles del altar, les muestra su cabeza tonsurada, asegurándoles que de ningún modo la arrancarán en adelante del servicio de Cristo. Y a medida que crece la violencia de los suyos, se enciende más su ánimo, y le inyecta nuevas energías el amor herido por las injurias. Y, de este modo, a lo largo de muchos días, sufriendo obstáculos en el camino del Señor, frente a la oposición de sus familiares a su propósito de santidad, no decayó su ánimo, no se entibió su fervor; por el contrario, en medio de los insultos y de los enojos, su decisión va convirtiéndose finalmente en esperanza, hasta que los parientes, quebrantado su orgullo, tienen que desistir.

10. Transcurridos pocos días, pasó a la iglesia del Santo Ángel de Panzo (6); mas como no encontrara allí su espíritu la plena paz, se trasladó finalmente, por consejo del bienaventurado Francisco, a la iglesia de San Damián. Aquí, clavando ya en seguro el ancla de su espíritu, no fluctúa más por posibles cambios de lugar, no vacila frente a aquella estrechez, no se arredra ante la soledad. Ésta es aquella iglesia en cuya restauración sudó Francisco con tan admirable esfuerzo; a cuyo sacerdote ofreció sus dineros para reparar la fábrica. Es ésta la iglesia en la que, orando Francisco, una voz, brotada desde el madero de la cruz, resonó en su alma: «Francisco, ve, repara mi casa que, como ves, se desmorona toda». En la cárcel de este estrecho lugar se encerró la virgen Clara por amor a su celeste Esposo. Aquí, guareciéndose de la tempestad del mundo, encarceló su cuerpo de por vida. Anidando en las grietas de esta roca (Cant 2,14), la paloma de plata engendró un colegio de vírgenes de Cristo, instituyó un santo monasterio e inició la Orden de las Damas Pobres. Aquí, en el camino de la penitencia, trituró los terrones de sus miembros, aquí sembró las semillas de la perfecta justicia, aquí con su propio caminar dejó marcadas las huellas para sus seguidoras. En este estrecho reclusorio (el Monasterio de San Damián), durante cuarenta y dos años, quebró con los azotes de la disciplina el alabastro de su cuerpo, a fin de que la casa de la Iglesia se inundara de sus aromas (cf. Jn 12,3). Se referirá más al detalle cuán gloriosamente habitó aquí una vez que se haya hecho relación de cuántas y qué grandes almas vinieron a Cristo gracias a ella.

domingo, 1 de enero de 2012

EL DESEO DE DIOS EN CLARA

Asomándonos a sus cartas, que revelan su interior podemos descubrirlo.
En la primera carta a Santa Inés de Bohemia.
“A la venerable señora Inés, hija del ilustrísimo rey de Bohemia, Clara le DESEA que alcance la gloria de la felicidad eterna.”
“Ya que vos habéis comenzado con tan ARDIENTE ANHELO del Pobre Crucificado, confirmaos en su santo servicio.”
“A quienes poseen y DESEAN la santa pobreza, Dios les promete el Reino de los cielos.”
“Él, a quien servís con todo el ARDOR de vuestra alma, se digne otorgaros los premios DESEADOS.”
En la 2ª Carta.
“A la hija del Rey de Reyes, Clara le AUGURA salud y vivir siempre en suma pobreza.”
“Con el espíritu de una caridad ARDOROSÍSIMA, has seguido las huellas de Aquél que merecidamente te ha tomado por esposa”
“Observa, considera, contempla, con el ANHELO DE IMITARLE a tu Esposo, el más bello de los hijos de los hombres, hecho por tu salvación el más vil de los varones.”