viernes, 16 de diciembre de 2011

MADRE, MAESTRA Y HERMANA

Posiblemente estamos ante la advocación mariana más bíblica que existe en todo el mundo. Ella, la Madre de la Palabra, ha escogido el "BARRO de la TIERRA" para manifestarse y enseñarnos el contenido espiritual, metafórico de "TIERRA". Ella, formada tambíén de nuestro "barro". La idea de "Tierra" (en sus diversos significados) recorre la Sagrada Escritura desde el Génesis al Apocalipsis, pasando por los Salmos, Cantar, Profetas... También la hallamos en las Parábolas de Jesús y las cartas de San Pablo. La Biblia está cuajada de alusiones a LA TIERRA. María ha escogido el BARRO de la tierra para manifestarse y ENSEÑARNOS,
recordándonos nuestros orígenes: El hombre fue formado del barro de la tierra. El sentido de nuestra vida: un peregrinar hacia el Paraiso, "Tierra Prometida". Nuestro destino: Nuestro "barro" será divinizado. Porque Cristo lo asumió con su Encarnación. Con su muerte y resurrección nos ha hecho partícipes de su naturaleza divina.

"Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo. Ábrase la TIERRA y brote la salvación, y con ella germine la justicia"
 (Is. 45, 8)

  "El Salvador del mundo aparecerá como el Sol naciente, y como la lluvia que empapa LA TIERRA descenderá al seno de la Virgen" 
   (Ant. Laudes 19 de Diciembre)

"La Verdad brota de la Tierra: la carne de María" (San Agustín. Liturgia del 24 de diciembre)

sábado, 10 de diciembre de 2011

LIBRO RECOMENDADO

Os recomendamos un buen libro:

CLARA DE ASÍS: UN SILENCIO QUE GRITA.

Es de la clarisa Chiara Giovanna Cremaschi. Vive en el Monasterio de Santa Clara en Milán (Italia), y se dedica a investigar y profundizar la historia, la espiritualidad y las figuras más significativas de su orden.

Era necesario proponer una lectura de la vida de Clara que fuera capaz de unir el sentido histórico con una interpretación cristiana de los datos biográficos; colocando su aventura de fe no sólo en los años transcurridos en San Damián, sino en un horizonte más amplio que abarca la historia política y religiosa del siglo XIII.
Tiene pleno sentido proponer una nueva biografía de Clara de Asís para poder comprender cada vez mejor la experiencia absolutamente femenina y cristiana de esta mujer, cuya vida quedó totalmente transformada por el ardiente amor al Crucificado Pobre.

PUEDES PEDIR EL LIBRO AL TELÉFONO 945 147224

jueves, 8 de diciembre de 2011

VIDA DE SANTA CLARA


CAPÍTULO IV: Cómo, convertida por el bienaventurado Francisco, pasó del siglo a la religión 

7. Muy pronto, para que el polvo mundano no empañe en adelante el espejo de aquella alma intacta ni el contagio de la vida secular fermente su juventud ázima, el piadoso padre se apresura a sacar a Clara del siglo tenebroso.

Se acercaba el día solemne de Ramos cuando la doncella, fervoroso el corazón, fue a ver al varón de Dios, inquiriendo el qué y el cómo de su conversión.

Ordénale el padre Francisco que el día de la fiesta, compuesta y engalanada, se acerque a recibir la palma mezclada con la gente y que, a la noche, saliendo de la ciudad, convierta el mundano gozo en el luto de la pasión del Señor.

Llegó el Domingo de Ramos. La joven, vestida con sus mejores galas, espléndida de belleza entre el grupo de las damas, entró en la iglesia con todos. Al acudir los demás a recibir los ramos, Clara, con humildad y rubor, se quedó quieta en su puesto. Entonces, el obispo se llegó a ella y puso la palma en sus manos. A la noche, disponiéndose a cumplir las instrucciones del santo, emprende la ansiada fuga con discreta compañía. Y como no le pareció bien salir por la puerta de costumbre, franqueó con sus propias manos, con una fuerza que a ella misma le pareció extraordinaria, otra puerta que estaba obstruida por pesados maderos y piedras (4).

8. Y así, abandonados el hogar, la ciudad y los familiares, corrió a Santa María de Porciúncula, donde los frailes, que ante el pequeño altar velaban la sagrada vigilia, recibieron con antorchas a la virgen Clara. De inmediato, despojándose de las basuras de Babilonia, dio al mundo «libelo de repudio»; cortada su cabellera por manos de los frailes, abandonó sus variadas galas.

Ni hubiera estado bien que la Orden de florecientes vírgenes que surgía en aquel ocaso de la historia se fundara en otro lugar que en el santuario de quien, antes que nadie y excelsa sobre todas, fue ella sola juntamente madre y virgen. Éste es el mismo lugar en el que la milicia de los pobres, bajo la guía de Francisco, daba sus felices primeros pasos; de este modo quedaba bien de manifiesto que era la Madre de la misericordia la que en su morada daba a luz ambas Órdenes. En cuanto hubo recibido, al pie del altar de la bienaventurada María, la enseña de la santa penitencia, y cual si ante el lecho nupcial de esta Virgen la humilde sierva se hubiera desposado con Cristo, inmediatamente san Francisco la trasladó a la iglesia de san Pablo, para que en aquel lugar permaneciera hasta tanto que el Altísimo dispusiera otra cosa.

sábado, 3 de diciembre de 2011

ENCARNÁNDOSE en el seno de LA VIRGEN


LA VIRGEN MARÍA
(en los escritos de Santa Clara)

“Pues si un Señor tan grande y de tal calidad, ENCARNÁNDOSE en el seno de LA VIRGEN, quiso aparecer en este mundo como un hombre despreciado, necesitado y pobre, para que los hombres, pobrísimos e indigentes, con gran necesidad del alimento celeste, se hicieran en Él, ricos por la posesión del reino de los cielos, alegraos vos y saltad de júbilo, colmada de alegría espiritual y de inmenso gozo” (1ª Carta)

“Habéis merecido dignamente ser hermana, esposa y madre del Hijo del Altísimo Padre y de la Virgen gloriosa(1ª Carta)

“Adhiérete a su MADRE DULCÍSIMA, que engendró un tal Hijo. Los cielos no lo podían contener, y ELLA, sin embargo, lo llevó en el pequeño claustro de su vientre sagrado, y lo formó en su seno de doncella” (3ª Carta)

“La GLORIOSA VIRGEN  de las vírgenes lo llevó materialmente. Tú, siguiendo sus huellas de humildad y pobreza puedes llevarlo espiritualmente, fuera de toda duda, en tu cuerpo casto y virginal” (3ª Carta)

“Meditad asiduamente en los misterios de su Pasión y en los dolores que sufrió su SANTÍSIMA MADRE al pie de la cruz.” (Carta a Ermentrudis de Brujas)

“Y por amor del Santísimo y Amadísimo Niño, envuelto en pobrísimos pañales, y reclinado en el pesebre, y de su SANTÍSIMA MADRE, amonesto, ruego y exhorto a mis hermanas que se vistan siempre de vestiduras viles” (Regla , Cap. II)

“Por divina inspiración os habéis desposado con el Espíritu Santo, eligiendo vivir según la perfección del Santo Evangelio” (Regla, Cap VI)

“Por el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de su Santísima Madre, no tengáis otra cosa bajo el cielo” (Regla, Cap VIII)




viernes, 2 de diciembre de 2011

VIDA DE SANTA CLARA


CAPÍTULO III: Del conocimiento y amistad del bienaventurado Francisco

5
. Oyó hablar por entonces de Francisco, cuyo nombre se iba haciendo famoso y quien, como hombre nuevo, renovaba con nuevas virtudes el camino de la perfección, tan borrado en el mundo. De inmediato quiere verlo y oírlo, movida a ello por el Padre de los espíritus, de quien tanto él como ella, aunque de diverso modo, habían recibido los primeros impulsos. Y no menos deseaba Francisco, entusiasmado por la fama de tan agraciada doncella, verla y conversar con ella, por si de algún modo él, que estaba ávido de conquistas, que se sentía llamado a destruir el imperio del mundo, lograba arrebatar tan noble presa al siglo malvado y reivindicarla para su Señor. La visita, pues, Francisco; y más aún Clara a él; aunque moderan la frecuencia de sus entrevistas para evitar que aquella divina amistad pueda ser conocida de los hombres e interpretada maliciosamente por públicas habladurías; por eso, acompañada solamente de una íntima familiar y dejando el hogar paterno, la doncella menudeaba sus secretos encuentros con el varón de Dios, cuyas palabras le parecían llameantes y las acciones sobrehumanas (3).

El padre Francisco la exhorta al desprecio del mundo; demostrándole con vivas expresiones la vanidad de la esperanza y el engaño de los atractivos del siglo, destila en su oído la dulzura de su desposorio con Cristo, persuadiéndola a reservar la joya de la pureza virginal para aquel bienaventurado Esposo a quien el amor hizo hombre.

6. ¿A qué detenernos en tantos pormenores? A instancias del santísimo padre, que actuaba hábilmente como fidelísimo mensajero, no retardó su consentimiento la doncella. Se le abre entonces la visión de los goces celestes, en cuya comparación el mundo entero se le vuelve despreciable, cuyo deseo la hace derretirse de anhelos, por cuyo amor ansía las bodas supremas. Y así, encendida en el fuego celeste, tan soberanamente despreció la vanagloria terrena, que jamás nada de los halagos mundanos se pegó a su corazón. Aborreciendo igualmente las seducciones de la carne, decidió ya desde ahora no conocer lecho de pecado (Sab 3,13), deseando hacer de su cuerpo un templo consagrado a Dios y esforzándose por hacerse merecedora de las bodas con el gran Rey. En consecuencia, se sometió totalmente a los consejos de Francisco, tomándolo por su guía, después de Dios, para el camino. Desde entonces queda pendiente su alma de sus enseñanzas y recoge con cálido pecho cuanto le predica del buen Jesús. Soporta con molestia la pompa y ornato secular, y desprecia como basura todo lo que aplaude el mundo, a fin de poder ganar a Cristo (cf. Flp 3,8).

jueves, 24 de noviembre de 2011

CAMINO


“Te has despojado de las riquezas temporales, para no sucumbir ante el enemigo, para entrar en el cielo por el CAMINO arduo
y la puerta estrecha”

(De la primera carta de Santa Clara a Santa Inés de Praga)


“Te has hecho émula de la santísima pobreza y con el espíritu de una gran humildad y de una caridad ardiente, HAS SEGUIDO LAS HUELLAS DE AQUÉL que merecidamente te ha tomado por esposa”.
(De la segunda carta)

“Te pido que mirando siempre tu punto de partida, retengas lo que tienes, hagas lo que haces y jamás cejes. CON ANDAR APRESURADO, CON PASO LIGERO,
sin que tropiecen tus pies, ni aun se te pegue el polvo del camino, recorre LA SENDAD DE LA FELICIDAD, segura, gozosa, expedita y con cautela".
(II carta)

“Míralo hecho despreciable por ti y SÍGUELO, hecha tú despreciable por él en este mundo”.
(IICarta)

“¡Respiro con tanta alegría en el Señor al saber que permaneces firme en LA CARRERA 
emprendida para lograr el premio celestial!. 
Así suples mis deficiencias y las de mis hermanas en el SEGUIMIENTO del pobre y humilde Jesucristo”.
(IIICarta)

CONFERENCIA DÍA 19

El sábado 19 de Noviembre de 2011, el P. José Luis Parada Navas, pronunció en la iglesia de nuestro Monasterio una interesante conferencia: “El perfil psico-fisiológico de Clara de Asís”.
La dividió en tres partes:
1.       Introducción
2.       Perfil psicofisiológico
3.       Perfil antropológico.
Ofrecemos un pequeño resumen de su ponencia.
Acercarse a la personalidad de Clara es introducirse en la luz, en la claridad. Después de ocho siglos, sigue teniendo una vitalidad y atractivo especial. Para conocer a Clara nos acercamos a sus escritos personales y a los testimonios de las personas que la conocieron desde pequeña y convivieron con ella en el hogar paterno y en el Monasterio, son las fuentes que han llegado hasta nuestros días.
1.INTRODUCCIÓN.
Clara tiene una personalidad equilibrada. La influencia de su familia, sobre todo de su madre,  es muy positiva en la formación de su carácter desde su tierna edad.
Su madre despierta y cultiva en ella el sentido religioso: la fe, la relación con Dios, el servicio hacia los más necesitados y desfavorecidos;  le enseña a ser respetuosa y delicada en las relaciones interpersonales. Esta delicadeza no la perdió ni siquiera durante los largos 20 años que estuvo postrada en su lecho de enferma. Se ve limitada y con dolor, pero no da a la enfermedad un “status”, la integra. Clara es capaz de tejer una herida física, psíquica y espiritual sin romperse. Alentando, dando ánimo a los demás, manteniendo vivo el Carisma Fundacional.
Cuando se encuentra con Francisco de Asís, su vocación nace de una fe ya arraigada por la vida de la gracia.
Noble de linaje, fue asimilando todos los valores que se vivían en su familia y ambiente.
2. CLARA DE ASÍS. (Acróstico)
“C” Carácter fuerte, valiente, apasionado. Clara es viva, dinámica y espontánea, pero sabe dominarse, siendo dueña y señora de sus impulsos. Capaz de mantenerse firme en su decisión frente al Papa que quería dotar al Monasterio de rentas, es fiel en abrazar hasta el final la Pobreza de Nuestro Señor. A pesar de su limitación física, contrariedades, dificultades, nunca la vieron las hermanas alterada. Siempre con grandeza de ánimo, agradecida y confiada.
Es admirable para la mentalidad de aquellos tiempos, cómo aparece en su Regla un sistema de gobierno de la Comunidad completamente democrático. En la toma de decisiones es importante incluso el parecer de la hermana más joven.
“L”. Libertad. Sin imponer, sin avasallar, sin miedo al qué dirán, obedece con elegancia al Papa, pero sin traicionar lo que Dios le pide: Vivir sin posesiones.
“A” Ama con todo su corazón . Tiene un carácter apasionado. Polariza toda la potencia afectiva de su gran corazón hacia su único amor: Dios. Y lo concretiza en el servicio delicado de las hermanas. Uniendo sus dolores a los de su Amado Pobre y Crucificado. Clara fue una campeona de la caridad, convencida de que el mal sólo se vence con el bien, no con la violencia.
“R”. Reconciliada siempre consigo, con Dios y las hermanas, hacía de puente. Sabía crear fraternidad, unir polos opuestos. Serena, imperturbable, se le llamó “Lazo de Paz y Armonía”.
“A” Alegre, gozosa, viva y espontánea. Desdramatiza con dosis de buen humor los momentos difíciles. Su alegría reflejada en su rostro, se irradiaba en el ambiente. Alegría que manifiesta en cada una de sus cartas a Santa Inés, hija del rey de  Bohemia.
“DE” Dios era siempre su norte. Estaba en continua sintonía y comunión con Jesucristo, su Divino Esposo. Esperanza: Vivía de esperanza, era la virgen prudente que aguardaba en todo momento al Esposo con su lámpara encendida por el deseo, el fervor, la sed de Dios. No pudieron apagarla los achaques, ni las estrecheces corporales.
“ASIS” Ayudar, dar, darse, salir de sí misma, es un elemento esencial de su personalidad. Amistad profunda y verdadera con San Francisco. Gran capacidad para sintonizar con las personas.
Solidaridad con todo lo que es humano. Quienes la necesitaban, siempre la encontraban disponible.
Iglesia: Clara mantiene con la jerarquía de la  Iglesia una relación filial extraordinaria, hecha de respeto, audacia y sumisión. Lucha para que el Papa Inocencio IV le apruebe su Regla (es la primera mujer que escribe una Regla para su Orden). Clara tiene una clara conciencia de la dimensión eclesial de su vocación. Así escribe a santa Inés de Bohemia: “Te considero cooperadora del mismo Dios y sostenedora de los miembros vacilantes de su Iglesia”.
SI muy grande a Dios durante toda su vida. Capaz de agradecerle apasionadamente al final de sus días el haberla creado y redimido.
3. Ocho rasgos de su personalidad.
CARÁCTER REFLEXIVO, sentimental y emotivo, es dueña de sí misma. Por su sensibilidad, sufre mucho, pero con fortaleza de ánimo supera los obstáculos.
MADUREZ humana, psicológica y moral. A los 18 años tiene las ideas muy claras y es capaz de tomar una opción de por vida arrostrando todas las consecuencias. Evolución armónica de todos los aspectos de su personalidad en el paso de niña a mujer. El ambiente familiar le ayudó bastante.
TRABAJO. Nunca la vieron ociosa, ni siquiera en los largos años de postración, hilaba y confeccionaba corporales para las iglesias necesitadas. Era incansable, exigente consigo misma, aplicada y perseverante. Con una voluntad de “hierro”.
CONDUCTA. Disciplinada, fuerte, valiente, mortificada y exigente consigo misma, ordenada, respetuosa. Bellísima, elegante en su físico y en su alma.
INTUITIVA, observadora, capaz de hacer una “radiografía” por dentro.  Firme en sus juicios.
PRUDENTE, discreta, reservada, capaz de escuchar a todas las hermanas que necesitaban una ayuda.
INTELIGENTE. Con gran capacidad de síntesis a la hora de elaborar su Regla. Tiene una excelente memoria e imaginación.  Es una mujer muy dotada a nivel humano.
DIMENSIÓN TRASCENDENTE. El elemento religioso se despierta en ella desde sus primeros años, gracias a la educación de su madre (que fue también una gran mujer).
El sustrato humano de Clara, unido a la acción de la gracia de Dios, hace de Clara de Asís una santa de gran calibre. Alcanza las cumbres de la ascética y la mística, siendo aclamada y venerada por el Pueblo de Dios. Se le honra como patrona de la televisión, de los navegantes, del buen tiempo. Los novios llevan huevos a las clarisas para que pidan a santa Clara por su felicidad, fecundidad y buen tiempo el día de su boda.

lunes, 21 de noviembre de 2011

LA VÍA DE LA BELLEZA

Aquí os dejamos un buen libro, aprovechando la preciosa charla de María Victoria Triviño.

"TEMAS ESPIRITUALES DE CLARA DE ASÍS"
Con La Vía de la Belleza se pretende considerar la magnífica obra de Dios plasmada en la vida de una criatura: Clara de Asís. En esta obra hay un estudio, contemplación, vivencia y una búsqueda de la verdad que es bella. Clara aparecre como mujer, en el contexto del pensamiento y de la mística, de su tiempo y de hoy.

MARÍA VICTORIA TRIVIÑO, clarisa contemplativa y teóloga ha publicado diversas obras de espiritualidad, imprimiendo a su obra optimismo, pedagogía y belleza.



lunes, 14 de noviembre de 2011

CONFERENCIA DIA 19

Día 19
El perfil Psico-Fisiológico de Clara de Asís”
José Luis Parada Navas
Pertenece a la Provincia Franciscana de Cartagena. Doctorado en Teología, Filosofía y Psicología Es director del Instituto Superior de Ciencias de la Familia y del Máster de Orientación, Terapia y Mediación Familiar de Murcia. Asimismo es profesor de Moral en el Instituto Teológico de Murcia y en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia "Antonianum" de Roma; de Ciclos evolutivos de la familia y Ética del matrimonio y de la familia en el Instituto Superior de Ciencias de la Familia de Murcia; y de Mensaje cristiano, Religión y cultura, cursos de doctorado y línea de investigación (estilos educativos, valores y familia) en la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia. Ha publicado, como editor, las siguientes obras: "Perspectivas de la familia" (Murcia, 1994) y "Políticas familiares y nuevos tipos de familia" (Murcia, 1999); y como autor: "Ética del matrimonio y de la familia" (Murcia, 1999); "Introducción a la teología y moral franciscanas" (Murcia, 2006, 3ª ed.) y "Apuntes de bioética" (2008). En PPC ha publicado "Francisco de Asís y el respeto a la vida" (2009)
 Director de la revista “Verdad y Vida".    
HERMANAS CLARISAS DE VILLARROBLEDO

Así fué la conferencia del dia 12...

El 12 de Noviembre de 2011, D. Vicente Carrión Íñiguez hablo en nuestra iglesia sobre el tema "Presencia franciscana en la provincia de Albacete: los monasterios de religiosas clarisas".


Comenzó enmarcando los conventos de la provincia de Albacete, dentro de las tres unidades religioso-administrativas  a las que pertenecían.

1.      La Provincia observante de Cartagena.
2.      La Custodia descalza de san Pascual Bailón.
3.      El convento de Yeste, dependiente de la provincia franciscana descalza de San Pedro de Alcántara de Granada.

Ha nombrado de corrida, dando pinceladas (con fechas y estilos artísticos), los conventos franciscanos masculinos de la provincia.  Acompañaba la exposición con fotografías (proyectadas con un cañón) de los diferentes monasterios, incluso de sus ruinas o planos.

A día de hoy sólo queda una casa de frailes en la Capital de la Provincia.

Después describió los distintos monasterios femeninos de la Provincia:

Alcaraz
En 1443se inicia un “beaterio”. En 1471 se trasladan a vivir junto a una casa cercana al castillo de Juan Pacheco (Marqués de Villena). En 1482 se convierte en Monasterio de a Tercera Orden Regular. El voto de clausura lo hacen en 1600. Ha sido famoso en su día por la confección de alfombras.

Albacete.
Inicia su andadura como “beaterio” en 1479. En 1532 se erige como Monasterio de la Tercera Orden de San Francisco. En 1843 se cierra y las monjas se trasladan al Monasterio de Santa Clara de Hellín. Sus dependencias albergan en la actualidad el Instituto de Estudios Albacetenses, el conservatorio y el Centro Cultural de la Asunción.

Hellín.
La presencia de Santa Clara en Hellín se remonta al año 1604; fecha en que Felipe III autoriza  la fundación del Monasterio. Fue un sacerdote natural de Hellín, residente en Murcia, quien dona las estancias de su morada para la erección del edificio. Poco a poco las religiosas van anexionando las cajas vecinas al edificio central. Entre las religiosas que vivieron dentro de sus muros, destaca sor María de la Cruz Baeza, por cuya intercesión se salvó la ciudad de Hellín de una plaga de langostas.

Don Vicente puso en el proyector algunas de sus obras de arte, entre las que destaca una talla del Arcángel San Miguel de 1775, de autor Napolitano.

Villarrobledo
Fundado en 1614 por el Regidor de la Villa: Don Juan Cano Moragón y su esposa, Dña Ana Ruiz de Palomera. Las fundadoras provenían del desaparecido Monasterio de la Inmaculada Concepción de Alcázar de San Juan. A ellas se sumaron las dos hijas de los fundadores que habían profesado en el Monasterio de San Bernardo de la misma Villa.

Las dos fuentes principales para conocer la historia de este Monasterio son las Crónicas de la Provincia Franciscana de Cartagena (del P. Ortega) publicadas en 1740 el libro del Padre de la Cavallería (Jesuita hijo del pueblo) que publicó en 1751 la historia de Villarrobledo.

Después de hacer un breve resumen de la historia del Monasterio, Don Vicente proyectó algunas fotografías de la iglesia, para hablar de su arquitectura, escultura y frescos de la  cúpula. También se vieron fotografías de los claustros interiores, las dos estatuas orantes de los fundadores. Y para terminar hizo también referencia a la imagen de la Virgen de la Teja.

Al final surgieron algunas preguntas que él aclaró.

Fue una conferencia realmente interesante, la cual fue rematada con un fuerte aplauso.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Día 12   
"Presencia franciscana en la provincia de Albacete: 
los monasterios de religiosas clarisas"
Vicente Pascual Carrión Iñiguez

Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Murcia. Catedrático de Bachillerato. Doctor en Geografía por la Universidad Nacional a Distancia de Madrid. Es Miembro de Número de Instituto de Estudios Albacetenses "Don Juan Manuel". Vocal de Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos
Ha publicado varios libros, entre ellos, "Los franciscanos en la provincia de Albacete. Siglos XV-XX. Historia y Arte", El monaterio de Santa Clara de Hellín. Aspectos histórico-artísticos" (en colaboración), " La devoción a la Virgen de los Llanos. Aspectos histórico-artísticos", "El convento de San Francisco de Yeste". Es también autor de otros libros y catálogos de exposiciones, in memoriam, al tiempo que colabora en diversas revistas científicas sobre temas de historia y arte. Ha participado en numerosos congresos nacionales e internacionales, constituyendo la historia del arte religioso una de sus principales líneas de investigación. En la actualidad se encuentra trabajando en la redacción de un libro sobre "La Real Audiencia Territorial de Albacete y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha". Finalmente es autor de diversos estudios acerca de las Clarisas en la provincia de Albacete.

VIDA DE SANTA CLARA


CAPÍTULO II: Del tenor de vida en la casa paterna

3. Dada a luz de allí a poco, la pequeña Clara empezó a brillar con luminosidad muy precoz en medio de las sombras del siglo, y a ganar esplendor durante la tierna infancia, por la rectitud de costumbres. De labios de su madre recibió con dócil corazón los primeros conocimientos de la fe e, inspirándole y a la vez moldeándole en su interior el Espíritu, aquel vaso, en verdad purísimo, se reveló como vaso de gracias. Alargaba placentera su mano a los pobres y de la abundancia de su casa colmaba la indigencia de muchos. Y para que su sacrificio fuese más grato a Dios, privaba a su propio cuerpecito de los alimentos más delicados y, enviándolos a hurtadillas, sirviéndose de intermediarios, reanimaba el estómago de sus protegidos. De este modo, creciendo con ella desde la infancia la misericordia, manifestaba un espíritu compasivo demostrando conmiseración con las miserias de los miserables.

4. Era muy aficionada a la santa oración; en ella, rociada frecuentemente con la fragancia de lo alto, se introducía paso a paso y con diligencia en la vida espiritual. Y, al no disponer de otro medio con el que llevar la cuenta de sus oraciones, contaba ante Dios sus breves plegarias mediante unas piedrecitas. Cuando empezó a sentir los primeros estímulos del amor, comprendió, ilustrada por la unción del Espíritu, que debía desdeñar la apariencia caduca de los adornos mundanos, tasando en su vil precio las cosas viles. Por eso, debajo de los vestidos preciosos y sensuales, llevaba escondido un pequeño cilicio, mostrándose por fuera aparentemente mundana, pero revistiéndose interiormente de Cristo. Por último, cuando los suyos quisieron desposarla con un marido de su nobleza, no accedió en absoluto; al contrario, aparentando dejar para más adelante el matrimonio con un mortal, confiaba su virginidad al Señor.

De este modo comenzó a paladear la virtud en su casa paterna, tales fueron sus primicias espirituales, tales los preludios de su santidad. Y así, al estar tan rebosante del perfume interior, su fragancia misma la delataba, como sucede con un pomo de aroma exquisito, por más cerrado que se halle. En efecto y sin que ella lo percibiese, comenzó a estar elogiosamente en boca de sus vecinos; y se fue divulgando entre el pueblo la noticia de su bondad descubriendo una justa fama sus obras secretas.


CONFERENCIA DE SOR VICTORIA

SOR MARÍA VICTORIA TRIVIÑO
Con gran elegancia, fluidez y belleza explicó la vida de Santa Clara desde las cuatro estaciones del año.
Nace un invierno de 1193, cuando la tierra caliente guarda en su seno las semillas.

En primavera, tiempo de desposorios, ella (prometida a un joven noble) se escapa de casa para unirse a su Esposo: Jesucristo, “el más bello de los hijos de los hombres hecho por nuestro amor el más vil de los varones.” 
El verano es tiempo de buscar el fruto. Clara y Francisco, en su anhelo por unirse con Cristo en su despojo por amor, alcanzan la santidad y resplandecen como el sol y la luna.

En otoño los días se acortan, Clara llega al ocaso de su vida terrena y dice a su alma: “Vete segura y en paz, pues llevas buena escolta para el camino”. Agradece a Dios el don de la vida y del Espíritu Santo, que la ha ido conformando a imagen de Cristo. Una hermana tiene el privilegio de ver cómo la Virgen María acompañada por un cortejo de vírgenes la besa en la frente y recibe su alma.

En la Bula de canonización Clara es llamada “Madre y Maestra”  de sus hijas las clarisas. “Hermana y compañera” de todo fiel que acude a su intercesión.
Sor Mª Victoria abordó paralelamente temas de actualidad como la pérdida de valores, la recta formación de la conciencia, la importancia de  de una buena educación de los  hijos y el respeto de los padres hacia las opciones de vida de ellos; cómo afectan los “símbolos” en la sociedad.
Haciendo alusión a uno de sus libros, “La vía de la belleza”, nos hizo comprender que por medio de la belleza expresada en el canto, la danza, la delicadeza en las relaciones interpersonales, podemos descubrir a Dios.
Terminada la conferencia contestó a algunas preguntas.

Nuestra iglesia estaba prácticamente llena, las personas muy atentas irrumpieron al final en un interminable aplauso. Muchos se acercaron a saludarla y a nosotras nos agradecieron el haberles invitado a venir, pues había merecido la pena, incluso el trasladarse de pueblos vecinos en una tarde lluviosa.
Felices decían que era mucho lo que se llevaban en sus corazones.

Las próximas dos conferencias son igualmente interesantes y os invitamos a venir.

sábado, 29 de octubre de 2011

Ciclo de Conferencias

PRIMERA CONFERENCIA
DÍA 5 de Noviembre

Es clarisa. Estudió Magisterio, Teología y Franciscanismo. Prolija escritora, tiene treinta y siete títulos publicados y numerosas colaboraciones en revistas y congresos internacionales de Franciscanismo. Entre sus obras destaca "La vía de la Belleza. Temas espirituales de santa Clara" (Madrid, 2003). Los temas preferentes de sus obras son la espiritualidad bíblica y la espiritualidad de santa Clara. A la obra de investigación "Escritoras clarisas españolas. Antología" ha seguido la publicación de varias biografías de clarisas, formando lo que se podría llamar una biblioteca de familia de la Segunda Orden franciscana. En su estilo se dan cita la fluidez y la belleza literaria, la armonía y el vuelo poético, el trabajo profundo de investigación, buscando apasionadamente la verdad, y la visión de futuro que abre horizontes, ofreciendo la luz con respeto y optimismo.

Vida de Santa Clara

Santa Clara es una de las santas mejor documentadas de la hagiografía medieval, no por la abundancia de documentos que de ella se ocupan, pero sí por su calidad y excepcional garantía histórica. Aparte del Proceso de canonización, poseemos una Leyenda oficial escrita a raíz de su muerte, con motivo de su canonización, por encargo del Sumo Pontífice. El autor, en la dedicatoria al Papa, expone de este modo los criterios por los que se ha guiado: «Queriendo cumplir el encargo recibido…, y meditando con frecuencia en aquella sentencia de los antiguos, según la cual sólo los testigos de vista o quienes de ellos recogen el testimonio están capacitados para escribir la historia».

Compartimos con todos vosotros, capítulo a capítulo, la vida de Nuestra Santa:

CAPÍTULO I: Comienza la Leyenda de la virgen santa Clara y, primeramente, de su nacimiento

1. Admirable ya por su nombre, Clara de apelativo y de virtud, esta mujer, nacida en Asís, procedía de muy ilustre linaje: conciudadana primero en la tierra del bienaventurado Francisco, comparte ahora con él el reino de los cielos. Su padre era caballero, y toda su progenie, por ambas ramas, pertenecía a la nobleza militar; de casa rica, con bienes muy copiosos en relación al nivel de vida de su patria. Su madre, Hortulana de nombre, que había de dar a luz una planta muy fructífera en el huerto de la Iglesia, abundaba ella misma en no escasos frutos de bien. Pues, no obstante las exigencias de sus deberes de esposa y del cuidado del hogar, se entregaba según sus posibilidades al servicio de Dios y a intensas prácticas de piedad. Tanto, que pasó a ultramar en devota peregrinación, y tras visitar los lugares que el Dios-Hombre dejó santificados con sus huellas, regresó gozosa a su ciudad. Por dos veces fue a orar al santuario de San Miguel Arcángel y también visitó piadosamente las basílicas de los Apóstoles.

2. ¿Para qué más? Por el fruto se conoce el árbol y por el árbol se recomienda el fruto. Tanta savia de dones divinos gestaba ya la raíz, que es natural que la ramita floreciera en abundancia de santidad. Estando encinta la mujer, muy próxima ya al alumbramiento, oraba en la iglesia ante la cruz al Crucificado para que la sacara con bien de los peligros del parto, cuando oyó una voz que le decía: «No temas, mujer, porque alumbrarás felizmente una luz que hará más resplandeciente a la luz misma». Ilustrada con este oráculo, al llevar a la recién nacida a que renaciera en el santo bautismo, quiso que se la llamara Clara, confiando en que, de acuerdo con el beneplácito de la voluntad divina, de alguna manera se cumpliría la promesa de aquella luminosa claridad. 

viernes, 21 de octubre de 2011

Bienvenidos

Clarisas de Villarrobledo
Lo más grande que tenemos:
EL SEÑOR